La innovación tecnológica es la base de esta nueva era de la transformación digital. Cloud computing, Big Data o el IoT, son algunos de los conceptos que transforman día a día nuestro entorno y forma de vida.
Las empresas deben adaptarse a estos cambios y los servicios Data center son un colaborador fundamental que genera grandes expectativas. En un mercado tan extenso, un centro de datos tradicional puede volverse obsoleto con rapidez, además de proporcionar desafíos en su flexibilidad y capacidad de expansión limitada. Teniendo en cuenta el desarrollo tecnológico del entorno empresarial y el crecimiento de las aplicaciones, los inconvenientes que envuelven a un data center tradicional han aumentado considerablemente.
En vista de lo expuesto, la modularidad ha incidido con fuerza en el mercado y se ha posicionado como la mejor metodología en la implementación y desarrollo de un data center.
Un data center tradicional comporta, entre otros, la lentitud y baja densidad de los recursos. Además de las complicaciones asociadas a realizar cualquier expansión debido a que un pequeño cambio en los sistemas auxiliares o de refrigeración podría afectar a la totalidad. Algunos de los problemas que acarrea un data center tradicional son:
Respecto al coste energético, es un hecho notorio que el precio de la energía no para de aumentar, por lo que muchas empresas tienen el deseo de controlar la eficiencia y los costes asociados, que tienen una incidencia directa en sus operaciones y negocios.
Un data center modular se define por su capilaridad mediante la división de recursos en diferentes compartimentos basados en estándares tecnológicos. Todo el data center se divide en varias áreas individuales en las que se dimensiona por separado su escala, la carga, la configuración, el sistemas de refrigeración, el sistemas de gestión, etc., de acuerdo con un estándar unificado. Esto permite que los diferentes módulos no interfieran con el otro y puedan ser operados en separado sin compartir recursos. Además de que permite implementar lo último en innovación tecnológica en cada nuevo proyecto. Algunas de las ventajas de un data center modular son:
Cada implementación y cada proyecto realizado, posibilita innovar y aplicar lo último en tecnología en cada momento, lo que permite ser más eficientes y aportar una mejora evolutiva sustancial.
Un data center tradicional puede tardar unos dos años en instalarse desde la conceptualización hasta la puesta en funcionamiento. En cambio, la implementación de los data centers modulares es mucho más rápida.
El tiempo es oro y poder instalar un centro de datos en un periodo de tiempo menor es una ventaja competitiva. Instalar una tecnología nueva antes que la competencia puede ser clave para aumentar la rentabilidad respecto al resto de compañías que operan en el mercado.
Otra ventaja de instalar su infraestructura en un data center modular es el ahorro de costes. Normalmente, los data centers modulares además de adaptarse completamente a sus necesidades concretas, son energéticamente más eficientes y efectivos de operar que los data centers tradicionales, en consecuencia las organizaciones empresariales pueden ahorrarse importantes costes de implementación y posterior mantenimiento.